El espejo en el espejo

Perdóname, no puedo hablar más alto.

No sé cuándo me oirás tú, a quien me dirijo.

¿Y acaso me oirás?

Mi nombre es Hor.

Te ruego acerques tu oído a mi boca, por lejos que estés de mí ahora o siempre. De otro modo no puedo hacerme entender por ti. Y aunque te avengas a satisfacer mi ruego, quedarán bastantes secretos que tendrás que desvelar por tu cuenta. Necesito tu voz donde la mía falla.

-Michael Ende

Hace poco un amigo me regaló una imagen de esas con mensaje escrito.

Decía: Si quieres que algo ocurra, haz que pase.

Todos los días nos quejamos de situaciones que no nos gustan.

Culpabilizamos a todo y a todos de lo que ocurre, pero nunca analizamos el grado de responsabilidad que nos pertenece.

 

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